Con
la vigencia de discursos que avalaban el terrorismo de Estado impuesto
por la última dictadura militar y las políticas de la desmemoria que se
llevaban a cabo y se perfeccionaban en plena etapa de democratización de
la sociedad, ¿cómo fue posible que los valores de una generación de
de la década del ’70 mantuvieran continuidad y fueran rescatados a
través del nombre de una de las jovencitas desaparecidas, 22 años
después? Para
comenzar a entender cómo fue posible esta continuidad de la memoria,
debemos tener en cuenta al adolescente como sujeto socio-político y
analizar desde esa mirada cómo fueron modificándose sus conductas y sus
intereses sin perder de vista una particularidad que une a las
generaciones: la adolescencia. Entendemos pues, que un análisis de su
heterogeneidad en la historia reciente de los últimos 40 años, nos dará
pistas acerca de cómo piensan y sienten los adolescentes de hoy y nos
posibilitará el encuentro de una línea de unión entre estos y aquellos
estudiantes de 1970... ¿Qué
es la adolescencia? Varias son las disciplinas que se han abocado a dar
una definición, es por eso que podemos tener en cuenta diferentes
enfoques: El psicobiológico,que define a la adolescencia como el
periodo de la vida caracterizado por el desarrollo fisiológico y las
reacciones psicológicas propias de esa etapa, como la crisis de
identidad y la maduración sexual y reproductiva;El antropológico, que
presta más atención a la influencia del contexto cultural, enfoque que
nos remite a la idea de que los jóvenes forman parte de una generación y
que comparten un tiempo y los estímulos de una época,El sociológico,
que centra su mirada en el proceso de incorporación de los adolescentes a
la vida adulta, estudiando los ámbitos donde se desenvuelven y
analizando los desajustes que se producen entre los deseos y
expectativas de los jóvenes y las posibilidades reales de integración y
participación en los distintos espacios sociales; y por último el
enfoque político-social, que busca comprender el proceso de formación ,
los objetivos y las formas de organización de los movimientos juveniles y
su influencia en la dinámica social.EN LA SOCIEDAD ARGENTINA... Haciendo
un breve análisis podemos observar que los adolescentes fueron
excluidos en la década del 70 en un contexto de violencia
institucionalizada que luego del derrocamiento de Arturo Illia fue
incrementándose. El
poder y una gran parte de la sociedad restringían al adolescente por
proyectarlo como no apto para ingresar a la sociedad, por lo tanto se
invalidaban sus acciones, sus preguntas, su vestimenta, lo convertían en
un ser hundido en la más profunda inopia, un ente en formación y por
ende obligado a ser moldeado bajo la tutela de la sociedad.Ya en los 80, y con toda una generación aniquilada que se cuestiono y
reflexiono sobre esa realidad social y política, con un gobierno de
facto debilitado, fue que se ideo el resurgimiento de un sentimiento
nacionalista que años atrás había dado sus frutos al General Videla; no
en vano fue que al finalizar el Mundial de Futbol Argentino en el 78
Videla dijera en un discurso público: “Hemos ganado la guerra”. Pero ya
no había guerra que ganar con los “subversivos” muertos. Había que
inventar una nueva guerra: la guerra de Malvinas fue la iniciación de
fuego que el gobierno de facto de General Leopoldo Galtieri preparo y
gran parte de la sociedad adopto para la entrada de los adolescentes a la
sociedad. No preparados para expresar sus ideas políticas, pero si
aptos para ir a la guerra,triste paradoja. El 50% de las
tropas argentinas que operaron en Malvinas eran conscriptos de 18 y 19
años sin armamento ni preparamiento previo adecuado para la guerra. Luego de ese golpe a la juventud argentina que quedaría marcada para el
resto de sus vidas y cerrándose el ciclo de los gobiernos de facto le
siguió el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, que impuso la teoría de
los “dos demonios” y sus políticas de memoria, que se convirtieron en
políticas del olvido y impunidad. El
golpe de estado de 1976 había dejado una marca en la sociedad que se
reflejaría años después con el “no te metas”, no opinar, no hacer
públicas las ideas y sobre todo no meterse en política... Al doctor Alfonsín lo presidio el Presidente Carlos Saúl Menem, con él se dio en los jovenes un gran descrecimiento de la politica y un desprestigio de la misma.
Es el triunfo
de los jóvenes, pero hasta ahí no más. ¿Por qué? Esta insurgencia no consistiría, en
el fondo, sino en un retorno a los ideales de sus abuelos. Los ídolos de la nueva ola
proceden en su mayoría, de hogares muy humildes; se han enriquecido en poco tiempo y son
exponentes de las ideas más conservadoras y vulgares. Actúan como nuevos ricos,
sin ninguna inquietud que no sea puramente material: en primer lugar, se mudan al centro o
a zonas residenciales.Están, también, quienes no tienen dudas, quienes creen que estamos en el mejor de los
mundos. Son los que opinan que los flequillos de los Beatles, los pulóveres de colores
estridentes y los movimientos desenvueltos, como la mayor liberalidad sexual, que se nota
en ciertos círculos, significan que la adolescencia actual es más vital, más sana,
"tiene ganas de vivir y vive lo mejor que puede". Pero este optimismo tiene sus
matices... "es un estado de protesta contra la estupidez general de las viejas
generaciones".Al alejarse el ayer tan rápidamente, los hombres se
encuentran como existiendo sin pasado. Y aquí debe buscarse la explicación del choque de
las generaciones, porque a pesar de la continuidad matemática, padres e hijos viven
momentos históricos, completamente distintos.
Los contenidos
temáticos de la década del 60, amén de aquellos que no pasan del entretenimiento,
remiten a modelos más realistas que los de la década anterior. Sus personajes vivirán
en el marco de grandes ciudades, padecerán la soledad y la lucha por la subsistencia. Sus
mujeres cruzarán el umbral de la casa donde cumplían el rol angélico de guarda
familiar, para enfrentarse con un mundo nuevo. Los amores serán sacudidos por la pasión
o el dolor. Despuntan las críticas sociales y emerge otro grupo social no protagónico
hasta el momento: los jóvenes. Una de las mejores realizaciones de la televisión
argentina: HISTORIAS DE JOVENES, entre otros, todo en el casi eterno marco de la prohibición con
circular escrita por medio, de palabras censuradas como 'aborto', 'amante', 'sexo'.